lunes, 17 de abril de 2017

Amigos

Afortunadamente nada cambió cuando dije a mis amigas que estaba embarazada (tenía 18 años). 

Afortunately nothing changed when I noticed my friends that I was pregnant (I was 18)



Una de las chicas que creí amiga mía durante diez años, y con la que había dejado de mantener contacto unos meses antes de la noticia, se permitió hacer burla de mi estado en las redes sociales. Sin embargo, mis amigas de verdad se volcaron conmigo. 

One of the girls I thought she was my friend during over ten years,  wrote somehing very disgusting at the social media. But my true friends become more close to me.  


Cuando eres joven, tu grupo de amigos es una parte fundamental del día a día. Intentas que te acepten, que quieran estar contigo, formar parte de algo en lo que sientas que eres importante, fuera de tu casa. Empiezas a crear y establecer nuevos vínculos aparte de los biológicos. Es importante para tu autoestima sentir que eres capaz de ir más allá del círculo en el que has nacido. 

When you are young, your friends are a very important part of your life. You try to be accepted. It is your desire that people want to spend time with you. You try to be part of a new circle of girls and boys chosen by you. It is very important to your self-steem feeling  that you are able to go further than where your biologycal group stays.  

Sin embargo, debes tener en cuenta que no todos ellos son lo que necesitas en tu vida. A mí me costó tiempo entender que había chicos y chicas que no entendían la amistad como yo, o que no me querían como yo a ellos. Seguramente yo también fui una mala amiga para alguien. Pero se trata de ir buscando, hasta dar con nuestros incondicionales. 

Si se han ido, es que no eran lo mejor para ti. Y si siguen estando contigo en los momentos importantes, hazles saber lo afortunado que te sientes por que formen parte de tu vida. 

Do not forget: You don´t need all people that you love! Try to stay with people who see friendship the same way you do. 
If you lost some of your friends, trust me, that was the best for you. Keep on searching!!! 




Be grateful if you already have the same group that you had when you were a child. That is magic!

martes, 21 de marzo de 2017

Pensamientos






Odio los no puedo. Tengo una guerra personal contra ellos, supongo que porque los utilizo muchísimo, sobretodo mentalmente. 
Por eso, cuando Luis me dice "mami, es que no puedo" siempre, siempre, siempre, le respondo.. "¡sí puedes!. Lo que pasa es que todavía no sabes."
Intento que sepa que tiene todas las herramientas del mundo a su alcance para hacer lo que quiera. 

I hate the expression "I can´t"... Because I repeat it on my mind several times in a day. 
For that, when Luis tells me "mummy, I can´t" I always always, always answer "Yes, you can. But you still don´t know how to do it". 
I try to let him know that he can reach each goal that he wants. 



Y lo mismo pasa conmigo. Me repito muchas veces que no puedo, sin querer decírmelo. Y me descubro intentando no reproducir viejos patrones de pensamiento. ¿Sabías que la calidad de nuestro pensamiento depende en gran medida de la calidad de nuestro lenguaje? Mientras más negativo sea nuestro lenguaje, de peor calidad será nuestro pensamiento. 

I usually say "I can´t". And I discover myself trying not to reproduce the old negative thoughts. Did you know that the quality of our ideas denpend on the quality of our language? The more negative is your language, the more negative are your thoughts, because we think in words. 



Ser madre joven te expone a muchas valoraciones negativas que pueden ser muy destructivas si no intentas que al menos tus mensajes interiores sean de calidad. Nosotras somos mujeres valiosas y estupendas. Exactamente igual que el resto. 
Lo que pasa es que la  moral colectiva necesita un pequeño lavado de cara... ¡y de cerebro!

Being a teen mum exposes  you to the negative appretiation of one part of the society, and that kind of ideas can destroy you unless you take care of your mind. We are wonderful women, exactly like the rest of women. 
The point is that probably, social moral needs a brain wash!


lunes, 20 de marzo de 2017

El miedo









Cuando descubrí que estaba embarazada me asusté. 
La noticia llegó en un momento súper ilusionante para mí. Dos días antes había terminado las pruebas de acceso para la escuela de actores. 

When I discovered I was pregnant, I was in the middle of one of the most exiting projects I never had before. I remember finishing my exams to access to the Acting School one Friday evening, and two days after that, on Sunday morning, I saw my positive test. 



Unas pocas horas después de hacerme el test y ver que era positivo, me enteré de que estaba aprobada y que tenía plaza. Lamentablemente, me dijeron que era mejor no matricularme. Habían varias asignaturas, entre ellas acrobacia y esgrima, que eran arriesgadas para mí y mi estado. Y si suspendía, tendría que repetir curso en otra isla, o esperar un año y hacerlo al siguiente en Gran Canaria (en Canarias funciona así). 
Así que me centré en mi embarazo, en las náuseas constantes, me mudé a vivir con el papá, hice algunos cursillos de contabilidad, orientación laboral...,  y poco a poco fui asimilando la nueva situación. Además, continué con mis clases de canto y de interpretación en la escuela de música de mi ciudad. 

Due to the physical dificulties of a few subjects (acrobatia, swordplay...) the managers told me that it was better for my and my baby not to start studying there. 

So, I had to focus my mind on my pregnancy. I was scared, and a little bit dissapointed. But I decided that my baby was my priority, and I took care of myself. 
After that, the father and I moved to a house and we started living together. I felt very sick most part of the time (during the whole pregnancy) but I was very exited with the idea of becoming a mum. I did many courses at home, and I continued with my acting and singing lessons in the academy of my town. 

Yes, I was scared, but I knew the fear is a natural part of the life, and I decided to continue living. 

Ciertamente estuve muy asustada durante algún tiempo. Yo sabía que el miedo es parte natural de al vida, así que decidí no dejar que me paralizase y seguir viviendo. 



martes, 14 de marzo de 2017

Me quiero.


Una de las cosas que siempre tuve clara, fue que no quería conformarme con ser lo que yo sentía que mi entorno quería de mi. He intentado respetarme lo suficiente como para no empezar a trabajar por el hecho de trabajar y dejar aparcadas mis otras metas. 


Fue duro en ocasiones, y tuve que pedir ayuda en muchos momentos. Pero nunca me planteé cambiar mi plan de vida. Tuve que estudiar, trabajar eventualmente (como actriz, cantante, administrativo...), hacer voluntariados para ir adquiriendo experiencia, y compatibilizarlo todo con la maternidad. 


Y como ya ven... ¡se puede! Y mi intención es seguir encontrando aquello que de verdad me apasiona. 
Porque me merezco ser feliz, y sentirme realizada. 

Igual que tú. 


sábado, 11 de marzo de 2017

No renuncio.


Las leyes están para cambiarlas. Necesitamos un sistema educativo que haga explícita la obligación de los centros de conciliar la maternidad con la educación. 



Programas de becas y colaboración que permitan a las madres estudiar y atender a sus pequeños e incluso desarrollar alguna actividad por horas en el centro a cambio de remuneración. Que se justifiquen las faltas de asistencia, que haya dossieres con material específico para suplir la no asistencia por motivos justificados producto de la condición de madre (dar a luz, depresión postparto, dolencias del niño, revisiones, periodos de adaptación a guarderías y colegios...)

TIENEN EL MISMO DERECHO A CONCILIAR LAS MADRES DE 35, QUE LAS DE 17.


viernes, 10 de marzo de 2017

Rompiendo moldes


Y qué bueno, porque nos merecemos tiempo para nosotras. Nos merecemos estar bien, y nuestras familias se merecen que estemos bien. 



A veces puedes sentirte en desventaja con respecto al resto de mujeres de más edad, pero te aseguro que tienes las mismas herramientas que ellas. Además, tienes fuerza, juventud, energía... ¡¡y tienes ganas de hacer las cosas lo mejor posible!! Recuerda que esta desventaja la sientes porque existe un pensamiento colectivo que menosprecia a las madres jóvenes... pero es sólo eso: un prejuicio. NO TE DEFINE. 


Y esto va muy relacionado con lo de antes. Cree que tienes la fuerza suficiente como para demostrarte a ti misma lo mucho que vales. Puedes hacerlo muy bien. Que no te desmoralice la opinión de la masa, si te mueves en un entorno negativo. Cada uno tiene que asumir lo suyo, y esa negatividad que algunas personas proyectan, no es cosa tuya. 



Eres libre para tomar tus propias decisiones en lo referente a tu chiqui. Siempre es bueno escuchar a las personas de nuestro entorno que ya han sido papás. Pero en función de lo que vas recolectando de unos y  otros, puedes ir cogiendo aquello con lo que te identificas más. Tienes una capacidad crítica maravillosa. No pienses nunca que debes dejarte llevar por lo que opina el entorno. No te sientas menos, por ser inexperta y joven. Todos aprendemos, tú también. Escucha a tu corazón.  

miércoles, 8 de marzo de 2017

5 preguntas sin respuesta.

Yo creo en el cambio.  Creo mi cambio. Creo en mí. El cambio empieza en mí. 


Se entiende que tienes derecho a tener a tu hijo. Pero luchamos contra una serie de normas implícitas, que nos hacen menos libres a la hora de decidir.

¿Te has parado a pensar alguna vez en por qué posponemos la maternidad? Biológicamente se está llegando tarde. El sistema no está preparado ni tan siquiera para que una chica de veinte años tenga un niño, pese a que su cuerpo está preparado, y es madura como para hacer de su aventura maternal lo que ella quiera. Y eso se sabe... Nos parece que las mujeres somos libres para decidir ser madres treintañeras, pero la realidad es que no elegimos... pasamos por el aro y asumimos la decisión como nuestra (y sé que muchas pensarán que ésto que digo es mentira, pero el inconsciente social actúa muy bien).






 1.¿Por qué sólo se habla de conciliación en mujeres trabajadoras de más de treinta años que no quieren renunciar a su despegue?  

2.¿No se pueden conciliar los estudios y la maternidad? ¿Por qué no se justifican las faltas de asistencia a madres y padres? 

3.¿Qué pasa con esas parejas jóvenes en la que uno estudia y se prepara y otro trabaja? ¿Por qué no existe la posibilidad de que uno de los dos compatibilice los estudios con la crianza, y así no interrumpir su avance  profesional una vez se haya incorporado al mercado laboral?




4.¿Por qué siempre el planteamiento ideal es que hay que compatibilizar el trabajo de ambos padres con la crianza? 

5.¿Por qué asumimos como normal que uno de los padres tenga que renunciar al trabajo o reducir su jornada de manera forzosa? 



¿Saben, madres? Conformarse no es nada fácil. De que lo hagan o no, va a depender que se sientan  más o menos frustradas o miserables... Pero pueden elegir pelear y hacer las cosas como de verdad les apetece. Y les aseguro que ese... ese sí es el camino que se merecen emprender.

domingo, 5 de marzo de 2017

Tips para disfrutar de tu hijo.

La meta no es hacer a tus hijos felices, es que todos estén  felices.  Tú también.


Desde mi experiencia personal les diré que las madres jóvenes estamos más sometidas al análisis negativo del entorno. Ser madre joven está socialmente visto (en muchos casos) como una irresponsabilidad, así que, adolescentes y veinteañeras, no debemos perder de vista que el problema lo tiene quien juzga, y no nosotras.

Las madres abnegadas están pasadas de moda, afortunadamente. Se ha demostrado que el desgaste producto de la devoción al hogar y a la familia da lugar a vínculos afectivos de menor calidad:

 ¿Cómo vas a darle momentos de calidad a alguien si no te lo das primero a ti? Dedicarse tiempo a una misma y no forzar las situaciones son dos premisas básicas para disfrutar de nuestros retoños y que ellos disfruten de nuestra compañía.

  1. No te obligues a hacer cosas que no te gustan

Como lo lees. Si a tu hijo le encanta jugar al fútbol y a ti no (pongo este ejemplo porque es autobiográfico), es mejor que no te obligues a dar chutes al balón. Al final, tú estarás a disgusto, y el niño no disfrutará del todo porque nota que no estás al cien por cien –aunque disimules-. En cambio, puedes encontrar actividades que te gusten y en las que puedas integrarle. Te sugiero  ir probando hasta dar con las que más les gusten a ambos. Se trata de estar contentos los dos.  Otra idea a tener en cuenta cuando haya hobbies que encantan al peque,  es no mirar el lado negativo de eso que no te agrada hacer, sino adaptarlas al beneficio de ambos. Él puede jugar con papi, si a él le gusta, o con los amiguitos...  ¡¡y tener a su mamá de “equipo de apoyo”  animándole en el partido de los fines de semana!! 

  1. Dedica tiempo a tus hobbies ¡¡y no le incluyas en todos!!

Tal cual.  Necesitas llegar a casa con ganas de estrujarle y darle mil besitos de amor. Para eso, lo ideal es que te tomes tiempo para hacer alguna actividad en solitario que te haga sentir súper bien y que te llene de energía positiva. Cuando vuelvas a casa, destilarás buen rollo por todos los poros y tu pequeño recibirá una buena dosis de cariño. Estarás más receptiva y te adaptarás mejor a todos los cambios que, sin duda, irán llegando a medida que tu niño crece: nunca dejarás de aprender a ser madre, así que... ¡¡a por ello, tigre!! ¡¡Que tú puedes!! 


     3.No pierdas de vista tus objetivos.


Debes saber que tu hijo no es un impedimento para desarrollarte en la dirección que te apetece.  Es muy probable que tengas más trabas y que te lleve más tiempo, pero TIENES LA FUERZA NECESARIA COMO PARA NO CONFORMARTE. Te aseguro que seguir el camino que te llama la atención, te lleva a sentirte más a gusto contigo. A menor nivel de frustración, mejor es tu autoestima, y mejor es tu relación con el chiquitín.  

  1. Comparte tiempo de calidad, y no cantidad de tiempo.


En términos afectivos, lo que importa es la calidad, y no la cantidad. No te sientas culpable por estar buena parte del día fuera de casa.  Todos sabemos de madres que han educado a sus hijos estando todo el día en casa, pero que nunca se han sentado a jugar, o a contar cuentos, o a dar abrazos, o a cantar canciones, o a pintar con acuarelas,  o a hacer torres de legos… O simplemente nunca se han parado a estar junto al niño  acurrucada en el sillón.  Lo más sano del mundo para tu bebé es que le des ratos llenos de afecto.  Que sienta lo mucho que le quieres, a pesar de todas tus responsabilidades extra. La idea de estar todo el rato al cien por cien está rancia, y es sólo eso: una idea. No se cumple nunca. 


6 tópicos dañinos que sufrimos las madres jóvenes.



Parece que a partir de los 25 está "la barrera", es decir, el límite social establecido para que se te considere una madre de provecho. A los 25 ya tienes la universidad acabada, y con suerte, habrás podido incorporarte al mercado laboral. Si eres una chica ambiciosa, retrasarás la maternidad hasta el momento en el que puedas aprovechar el poco tiempo libre que te deje el trabajo que llevas varios años peleando por conseguir y que está peor pagado que el de tu amigo Manuel, que hace lo mismo que tú, pero  que es un tío,  para ir a la farmacia a por el ácido fólico y la crema antiestrías.  Ahora tienes un contrato indefinido, y el tan ansiado "9 to 5" con el que toda mujer  de provecho sueña.
Sí, ese es el sueño español.  Para cuando llegues a éste punto en tu camino a la autorrealización laboral y familiar, te darás cuenta de que es una estafa y te encontrarás con todos los  baches que tienen que circundar las madres modernas.
Luego estamos las otras. Las madres que decidimos iniciarnos en la aventura sin tener en cuenta los paradigmas sociales. Madres de veintipocos o adolescentes, que nos encontramos con los obstáculos más absurdos que se puedan imaginar, los prejuicios de la masa y la falta de aceptación.
Como explico en la imagen de arriba, si siempre miramos las cosas desde el mismo ángulo, estamos condenados a hacer siempre lo mismo. También pasa con nuestro entorno. Se trata de hacernos ver, y de que la gente comprenda que somos mujeres perfectamente capaces y competentes. 
 Aquí les dejo algunos de los comentarios o situaciones con las que nos topamos a diario. Topicazos que son una piedra en el zapato en el ya de por sí difícil camino de la maternidad.

1. Pero tú no querías ser madre tan joven, ¿verdad?
A ver, le comento... En pleno siglo XXI la que es madre, es porque quiere. No sólo existen métodos anticonceptivos, sino que contamos con medidas de emergencia. Por si fuera poco, aunque no sea legal en  España,  es vox populi que la que quiera puede someterse a un proceso de aborto (cuestión ideológica que no voy a entrar a valorar). Así que, la que hoy en día decide tener un bebé, es porque así lo desea.
2. "Pero tu madre te tiene que ayudar a cuidarle ¿no es injusto para ella? “
Claro que me ayuda, como a la mayoría de padres de éste país ayuda a sus hijos. Los abuelos ayudan muchísimo, porque nadie mejor para cuidar a los retoños cuando falta tiempo... Lo que me preocupa,  es que está mejor visto que los abuelos cuiden del hijo de una mujer de treinta y pico, que del bebé de una veinteañera.
3. "A los niños hay que darles estabilidad, y son caros de mantener"
-Los niños necesitan amor y cariño. Necesitan atención.  
4. "Las madres jóvenes son inexpertas, inmaduras y tienen una visión del mundo distorsionada".
-Aunque parezca increíble, todas las madres son inexpertas cuando son primerizas, tengan la edad que tengan. Sé de chicas embarazadas que con 18 años se sientan a ver los documentales sobre el desarrollo del feto de la National Geographic, compran las revistas del kiosko  y leen manuales de crianza y educación afectiva para evitar tanta incertidumbre. También  se inician en el arte de la educación basada en la PNL (ya hablaré de esto en otro post). Creo que las madres de 30 y pico también lo hacen…  
5.  La juventud no quiere responsabilidades, quiere divertirse.
- Todas las personas queremos divertirnos, independientemente de nuestra edad. Las mamás jóvenes cambiamos turnos de trabajo para ir a las reuniones del colegio, igual que las mayores. Las hay que estudian a distancia y trabajan  de día, las hay que estudian de noche y se quedan en casa con el niño por las mañanas, las hay que deciden ser amas de casa... Hay de todo. Las madres jóvenes no somos  niñas discotequeras, malcriadas, que sólo quieren pensar en chicos y en el color de las uñas. Una pequeña muestra no nos representa.  
6. ¿Madre tan joven? Estás loca...  (¿A quén no le han soltado alguna vez tremenda perla…?)
-¡¡Gracias por tanto apoyo!!... A lo mejor el problema lo tiene usted por no concebir que yo no tengo el mismo esquema mental que el suyo. Las cosas se pueden hacer de mil maneras distintas. Además: existen tantas imágenes de mujer de éxito como seres humanos hay en este mundo.